La contaminación de los microplásticos está perjudicando a todo el planeta, y por ende a todos los seres vivos de nuestros ecosistemas. Ya que, está llegando a océanos y mares. Aproximadamente, entre 6 a 8 millones de toneladas de basura, de la cual el 80% es plástico, afectan hoy día la salud de la cadena alimenticia en ellos. Actualmente, se han localizado microplásticos en toda la tierra, desde ecosistemas acuáticos como mares, océanos y ríos, hasta terrestres como así sedimentos tanto en playas como profundos. Seguidamente, describiremos las consecuencias de los microplásticos en diversos ecosistemas.
Consecuencias de los microplásticos en la tierra
Aun cuando los plásticos en los hábitats acuáticos son desechados en grandes cantidades, las repercusiones por este tipo de contaminación son más peligrosas en un medio terrestre. Esto se debe, a que los plásticos se descomponen más lentamente y liberan sustancias tóxicas para suelos y agua. Los microplásticos como fibras de acrílico, nailon, spandex y poliéster, se encuentran en grandes cantidades (80-90%) en aguas residuales que son utilizadas como fertilizantes en los cultivos. Estos pequeños fragmentos pueden afectar los organismos vivos que se encuentran presentes en el suelo (lombrices de tierra) y afectar la calidad del suelo.

Igualmente, los rellenos o vertederos de basura almacenan plásticos que se degradan liberando metano que produce el efecto invernadero, contribuyendo de gran forma al calentamiento global. Asimismo, se ha determinado en un estudio realizado en 2014, que los microplásticos pueden alterar las propiedades físicas de los sedimentos marinos, afectando desde los fondos oceánicos abisales hasta las playas. Actuando así en la disposición de nutrientes y la temperatura, lo cual es muy preciso para el sexo de los hijos de tortugas.
Consecuencias de los microplásticos en el mar
El movimiento de los microplásticos por el mar se debe a las corrientes marinas, es por eso que se encuentran residuos en sitios lejanos a las fuentes de entrada como los mares polares. Concentrándose mayormente en Groenlandia, el mar de Barents y el estrecho de Fram. Con el tiempo, estos residuos terminan depositándose en el fondo marino, produciendo daños económicos en la pesca y otras labores marítimas.

La composición del plástico a nivel físico y químico, incide en la disposición de estos elementos en el ecosistema acuático. Es por ello que cuando un microplástico está compuesto por polímeros ligeros, tiende a mantenerse en aguas superficiales, mientras que los de mayor tamaño peso se sumergen hacia el fondo marino.
Consecuencias de los microplásticos en los animales
La contaminación por microplásticos puede ocasionar envenenamiento de muchas especies animales, y por ende disminuir el suministro de alimentos para el ser humano. Se han encontrado partículas de microplásticos en el fitoplancton de donde se alimentan otras especies. Los mejillones y las ostras, las retienen durante el filtrado del agua con el que se alimentan. Además, algunos peces pequeños los engullen al creer que son huevas.
Asimismo, los microplásticos pueden transportar partículas del fondo marino o de la superficie por medio del agua hacia nuevos hábitat y ocasionar efectos de asfixia de algunos ecosistemas. También, suministran ambientes para invertebrados, bacterias y virus, colaborando en la dispersión de enfermedades a distancias largas. Del mismo modo, estos microplásticos se usan como sustrato para los huevos de algunos insectos.

Los microplásticos entre 1-5 mm perjudican la digestión y por ende la alimentación de algunos especímenes, alterando la estructura de las membranas celulares, su actividad y por tanto su función. Existe una gran cantidad de microplásticos que se mantienen flotando en la superficie del agua, los cuales pueden ser engullidos directamente por especies como moluscos, crustáceos, peces, tortugas, aves y cetáceos. Incluso, incorporados a la cadena alimenticia a través de la intoxicación de presas que se han contaminado anteriormente en lo seres humanos.
En los humanos
Los microplásticos han llegado hasta los alimentos y bebidas que consumimos los seres humanos, ya que se encuentran en especies marinas de las cuales nos alimentamos por medio de la cadena alimenticia. También nos afectan cuando dejamos envases plásticos que contenían alimentos o bebidas.

La ingesta de microplásticos para el ser humano presenta dos grandes riesgos. Primeramente, la presencia física de estas partículas en los alimentos. Posteriormente, la toxicidad de sus componentes químicos. Se ha determinado que en todo el planeta, cada día se encuentran más especies acuáticas (de agua dulce y salada) con microplásticos en su interior, que son habituales en nuestra dieta alimenticia. Esto incide directamente en el riesgo de enfermedades que pueden ocasionar a nuestro cuerpo.